Los wearables se podrían definir como el Internet de las cosas; esas cosas que te puedes poner, como unas gafas o una pulsera, y que sirven para monitorizar tu actividad diaria, responder llamadas, saber quién te manda un Whatsapp aunque tu teléfono esté en otra habitación, etc.
Es un mundo de infinitas posibilidades este que nos ofrecen los wearables, ya que podemos diferenciar entre:
Aunque el siguiente paso es integrar ambas funcionalidades para poder ofrecer información personalizada en función de la actividad de cada persona.
Sin duda, aquellos más conocidos son los que tengan que ver con los aspectos más geek, por decirlo de alguna forma, como las Google Glass, o aquellas que han crecido como setas que están relacionadas con el deporte y la monitorización de actividad diaria, como Misfit.
El caso es que esto de llevar la tecnología en otras partes del cuerpo que no sean solo los bolsillos se está poniendo de moda, y digo de moda tal cual ya que, bueno, estamos en plena época de fashion weeks (que si Nueva York, Londres, Madrid, Milán…), que hasta en uno de los desfiles se dejó ver uno de estos nuevos wearables. Es el caso de MICA, un brazalete desarrollado por Intel y diseñado por Opening Ceremony.
Como vemos, los wearables ya no son solo aptos para aquellos que quieran ir con el cartel de early adopter por bandera, sino que cualquiera (con algo de dinero eso sí) puede permitírselo, aunque sea para ser el más molón de sus colegas.
Pero los wearables no solo quedan ahí, en pulseras con las que contestar llamadas de teléfono y gafas de aspecto futurista con las que poder ver todo lo que pasa en nuestro smartphone. También se están desarrollando otros dispositivos con fines muy concretos, relacionados con enfermedades y seguridad, por ejemplo.
Así por ejemplo, Intel también se ha decantado por el lado de la salud aliándose con la Fundación Michael J. Fox (te suena Regreso al Futuro, ¿verdad?), diagnosticado de Parkinson hace más de una década. La idea es desarrollar wearables que sean capaces de monitorizar de forma remota a los pacientes afectados por esta enfermedad con el objetivo de almacenar todos los datos posibles datos; todo ello para que los científicos puedan usarlos en sus investigaciones. Y es que hasta ahora, cualquier estudio e investigación, se hacía de forma mucho más subjetiva, sin mediciones concretas y precisas.
Hace unos meses ya se llevó a cabo una prueba del proyecto, en la que durante 4 días, 16 pacientes de Parkinson fueron portadores de wearables capaces de monitorizar sus datos relevantes. Aquí os dejamos el vídeo de este interesante proyecto.
Hay otros wearables de los que no se habla y que la verdad tienen un uso bastante curioso, relacionado con la muestra de cómo el mundo está cambiando y cómo esto nos afecta. Un ejemplo es June by Netatmo. June es un Smart-bracalet que se encarga de medir el tiempo de exposición al sol de una persona a lo largo del día. El dispositivo de la pulsera irá conectado a tu smartphone y te recomendará cómo debes protegerte en cada momento del sol.
Puedes pensar que poca utilidad le vas a sacar a esta pulsera, pero ten en cuenta que el cáncer de piel es una de las enfermedades que más está aumentando en los últimos años, por lo que no estaría mal tener constancia de cómo afecta a diferentes personas, en función del lugar dónde vivan, factores de protección, etc.
Aquí tienes unos cuantos datos sobre este nuevo sector por si tienes curiosidad.
Pero todo esto tiene un lado oscuro también. Y es que si somos capaces de proporcionar nuestros datos personales, acerca de por dónde vamos a correr, cuál es nuestro itinerario para ir del trabajo a casa, etc., ¿estamos olvidándonos de la seguridad? Puede que no seamos conscientes de que cuando compramos y usamos uno de estos wearables, y dejamos nuestra información de una base de datos, junto con la de otros cientos de usuarios, eso está al alcance de muchas empresas.
Estas empresas no suelen ser ONG’s y hacen todo de manera altruista, en el fondo quieren sacar algún beneficio, como cualquier empresa evidentemente, pero con algo muy valioso que es difícilmente cuantificable: tu propia información.
Hace poco leí un artículo en el que se explicaba la reacción de los usuarios de una de estas smart-bracalets (Jawbone) durante el terremoto de California de hace unas semanas, y la verdad es que da que pensar lo que las empresas podrían llegar a saber de nosotros (hasta cuándo nos despertamos) y lo que podrían hacer con nuestros datos.
Puede que muchas cosas buenas, pero nadie hace las cosas gratis, y menos cuando se habla de información.
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