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La chica que se fue de viaje a Asia (sin salir de Ámsterdam)

Decía mi profesora de historia de la fotografía que los álbumes familiares son construcciones pensadas para enseñar a terceras personas, y que en realidad no reflejan la vida que hemos tenido, sino la que nos hubiera gustado tener. Por eso no incluimos (inconscientemente) todos los malos momentos de nuestra vida: ni funerales, ni entierros, ni despidos, ni el día que te deja tu novia… Tu álbum familiar sólo contiene momentos de risas y felicidad: cumpleaños, fiestas, excursiones al zoo, vacaciones… y por eso es tan común revisarlo con nostálgica pensando, erróneamente, que éramos más felices en el pasado.

Con las redes sociales la idea de que las fotos las tomamos para compartirlas con los demás se ha estandarizado, y la construcción de nuestra vida ideal a golpe de fotografías digitales se ha convertido en algo más común de lo que pensamos. El compañero Bruno comentó hace poco lo cómico que resultan los cutre-fotomontajes de gente que asegura haber estando en París, cuando todos sabemos que no han salido de Chamartín. Pero claro, esto es porque normalmente lo que vemos son obras de aficionados sin pajolera idea de usar Photoshop, pero cuando hablamos de profesionales la cosa se vuelve mucho más interesante…

Papa, mama, me voy a conocer mundo (o no)

Esta es la historia de la diseñadora holandesa Zilla Van Den Born. Todo comenzó la mañana en la que sus padres la acompañaron al aeropuerto para despedirla, Zilla se iba 42 días a recorrer Asía. O al menos eso pensaban sus amigos y familiares, quienes durante ese tiempo pudieron ver las fotos de su viaje en Facebook y comentarlas. El problema es que las fotos no eran reales, la diseñadora de 25 años nunca cogió el avión, sino que volvió a su estudio de Ámsterdam donde estuvo todo ese tiempo encerrada subiendo fotos retocadas.

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Zilla quería experimentar cómo las redes sociales modelan la realidad a nuestro antojo, y lo fácil que resulta…

“Crear un mundo ideal en la red, que la realidad no puede satisfacer. Mi objetivo era probar cómo se puede distorsionar la realidad”.

Incluso se construyó un “set asiático” en su piso con elementos de decoración del todo a 100 para mantener conversaciones por Skype.

Finalmente la diseñadora acabo revelando el engaño a sus seres queridos, explicándoles el objetivo y grabando sus reacciones en este interesante vídeo:

El futbolista con novia imaginaria

No es la primera vez que vemos algo parecido. Hace unos años se despertó la polémica entre la opinión pública norteamericana al descubrirse que la novia de Manti Te’o, una estrella del fútbol americano, no había muerto de leucemia como este aseguraba, sencillamente porque nunca existió.

El jugador había asegurado que su bajo rendimiento deportivo se debía a la depresión que le suponía la muerte de su novia, pero la prensa descubrió que ella no era real, sino tan solo un perfil falso en Facebook. Siempre nos quedará la duda de saber si el jugador había sido también engañado y había estado manteniendo una relación a distancia con un troll, como aseguró cuando se descubrió el pastel, o si era cómplice de la artimaña desde un principio… a saber con qué finalidad.

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Somos diseñadores de nuestra vida

Estos casos llevan al extremo una realidad: para bien o para mal las redes sociales nos permiten más que nunca modelar la imagen que los demás tienen de nosotros, y esto está cambiando radicalmente nuestra forma de vernos a nosotros mismos y la forma de relacionarnos con los demás.

El director y filosofo Jason Silva reflexionó recientemente a través de su cuenta de Youtube sobre la “generación Instagram” y cómo construye sus recuerdos, y experimenta el presente como un recuerdo anticipado:

Todos nos convertimos en creadores de nuestras historias, de nuestro archivo histórico digital. Decidimos quiénes somos. Estamos construyendo mapas, y esos mapas son subjetivos

Este es el mundo que nos ha tocado vivir, el tiempo dirá si estos cambios sociológicos son positivos, como afirma Jason Silva, o si nos estamos pasando de la raya, ¿qué pensáis vosotros?

Jorge Dueñas

Diseñador digital, historiador del arte y friki sin límites. Escribo sobre series en OchoQuince y sobre Arte y cultura digital en Realidades Inexistentes.